Monday, June 25, 2012

Presupuesto 2013: El Año Electoral


Entrevista Univision Puerto Rico / Interview Univision Puerto Rico:

En vivo / Live: 23 June 2012




En el gobierno hay esta semana los corre y corre de última hora que son típicos de fines de junio. Termina el año fiscal 2011-2012 y comienza el año fiscal 2012-2013. Antes del primero de julio, la Legislatura debe completar el proceso de aprobación del presupuesto y que el Gobernador pueda firmarlo a tiempo para el nuevo año fiscal. El ambiente es de urgencia y la prisa constante; sesiones hasta bien entrada la noche, búsqueda de suficientes legisladores para que las medidas queden aprobadas y muchas sorpresas pues en este desenfreno que es el final de la sesión hay legisladores y grupos de interés que se sacan de la manga medidas y gastos a última hora, para aprobarlos con poca discusión y sin dar mucho tiempo para que el público se entere, opine y pueda descarrilar las que no le sirvan al país. 

Este presupuesto, como todos en la historia reciente, no cuenta con suficientes ingresos para sostenerse y depende de los bonos de deuda futura, préstamos y lo poco más que pueda sacársele al Impuesto de Venta y Uso (IVU). Es por tanto deficitario, lo cual no es malo cuando solamente queda el gobierno como motor de una economía deprimida y deprimente. Sin embargo, a falta de un plan concreto y contundente de reposicionamiento económico para Puerto Rico, que certeramente enfoque nuestra debilidad productiva, este presupuesto representa de varias formas el regreso, una vez más, este año, al "business as usual", otra oportunidad desperdiciada para cambiar rumbo.  

¿Por qué está quebrado nuestro gobierno para todos los efectos? Porque nuestro país gasta más de lo que produce desde hace ya décadas. El costo de los servicios esenciales que presta el gobierno aumenta, particularmente en la cubierta de salud gubernamental para indigentes y tantos otros servicios. Y los recaudos por contribución sobre ingresos han colapsado debido a que muchos no reportan todo lo que reciben de ingreso y, más importante, los que trabajan ya no ganan lo que ganaban antes y los muchos ni siquiera consiguen trabajo. Y la imposición del IVU ilustra que traer un nuevo impuesto, en una economía en contracción, ha sido un verdadero desastre para el ciudadano (teniendo en cuenta además que hay muchos comercios que cobran el IVU y no lo someten a Hacienda y que el gobierno está captando solamente el 50% de lo que se estima debiera generar el IVU). Muchos predijeron esto pero fue irresistible explotar el mucho dinero (y base para endeudarnos más) que el concepto "IVU" representó, a corto plazo, para legisladores y las administraciones que han "supervisado" tan ineficientemente su recolección.  

Con una fuente de ingresos reducida, es inevitable que se afecten todos los servicios. Mientras no reinventemos nuestro país en una economía globalizada, no cambiaremos el cuadro. Puerto Rico perdió su lugar en la economía mundial por razones internas y externas. Las internas incluyen: la fuga de talento ("brain drain"), inflexibilidad administrativa, ineficiencia gubernamental, burocratismo (piense en "sellos", "comprobantes", "colecturías", "permisos", "patentes", "permiso de uso, bomberos, salud", "inspecciones", "marbetes", "certificado negativo de deuda", "ASUME", "servicios en línea" que frecuentemente no funcionan y el consabido "hoy no hay sistema", "certificado médico" -- hasta para sacar una licencia de conductor, etc.), oligarquismo, tribalismo y traslado de la actividad económica al mundo del "cash", lo informal, subterráneo y delictivo (donde no hay forma de captar contribuciones y se multiplican las fuentes del crimen y la inequidad). También las razones son externas (y Puerto Rico simplemente se ha sentado a mirar lo que pasa globalmente en falsa confianza de que está protegido por su relación con los Estados Unidos). Las causas externas incluyen: el fin del incentivo contributivo federal bajo la sección 936 del Código de Rentas Internas federal, el Tratado de Libre Comercio NAFTA y el CAFTA-RD, el "outsourcing", el enfoque corporativo en actividad "capital intensive", la recesión mundial, y el libre movimiento de inversión, bienes y servicios hacia las economías de Asia, junto al alto costo de las materias primas, el combustible y la transportación en todas sus modalidades. Muy mal momento escogimos para no hacer lo necesario: el gobierno federal recortará trillones de dólares en sus transferencias a los estados y las jurisdicciones en los próximos años en intento de proteger el tesoro federal del colapso. Tenemos que poner en marcha estrategias para atender todas esas causas externas e internas y construir una nueva identidad económica que le sirva a nuestra gente y que nos haga nuevamente el lugar ideal para crear e invertir. 

Por eso el nuevo presupuesto del gobierno de Puerto Rico se quedará corto en ponernos en marcha. Incluirá oportunidades para el gasto de dinero público en los llamados "barriles de tocino", distribuirá ventajas y beneficios sobre bases electoreras (este año hay referéndums y elecciones) y contendrá disposiciones para beneficiar a unos y otros a cuenta del dinero que le pertenece a todo el país. Los medios han reseñado barriles millonarios y propuestas de transferencias de bienes valiosos del estado ("regalos") a instituciones privadas sin siquiera una estructura de pareo de recursos privados y públicos que distribuya la carga hacia las entidades privadas que sí tienen dinero y que refleje un esfuerzo concertado para promover (no cargar con) a largo plazo el tercer sector (y liberar al gobierno, que somos todos, de llevar sólo el costo de proyectos particulares por el resto de los tiempos).  

Yo invito a leer detenidamente la Ley Número 7 de Emergencia Fiscal del año 2009. Contiene la política pública de la Legislatura y el Gobierno referente a ingresos, gastos, finanzas y programas gubernamentales. Sus postulados fueron la base para muchas decisiones difíciles que fueron tomadas para el país y cuyas consecuencias muchos de nuestros ciudadanos todavía padecen. Juzguemos el nuevo presupuesto y otras medidas fiscales que entrarán en vigor el 1 de julio a base de la política pública contenida en dicha ley y pensemos cómo ha llegado nuestro país al cuadro actual y cómo podemos adoptar un rumbo certero y sistemático a largo plazo que nos reinvente y nos reposicione en un complicado entramado económico global.  

Y actuemos ya. 

Nos lo debemos a nosotros mismos y a nuestros hijos.


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