Hoy 7 de junio de 2013 un jurado federal de 7 mujeres y 5 hombres determinó unánimemente que Alexis Amador Huggins es culpable en todos los cargos por los hechos que culminaron con la muerte violenta de Stefano Steenbackers. El co-acusado en este caso ya hizo alegación de culpabilidad en medio del juicio. El 5 de septiembre de 2013 el Juez que presidió el caso impondrá las sentencias que se anticipan sean de cadena perpetua para Amador y hasta 30 años el co-acusado, gatillero confeso en el caso. Comparto mi reflexión hace un año, al darse estos lamentables hechos.
El mapa de Holanda y los Países Bajos no está por accidente. Esta semana que aún no termina unos jóvenes que apenas comienzan a vivir hirieron de muerte en Dorado a otro joven de padre holandés y familia puertoriqueña que en agosto comenzaría su tercer año de escuela superior en uno de nuestros colegios del área metropolitana. La víctima no había cometido ningún error; simplemente se cruzó en el camino de --ya nos dicen-- un dúo decidido ese día a despojarle el auto a alguien, a quien se les antojara, equipados con al menos un arma de fuego pero desprovistos del más mínimo respeto por la integridad propia y la dignidad ajena. Frustrado su plan, no dudaron en usar el arma contra el joven a quien atacaron con premeditación y desenfreno; pero antes de ello, su víctima, como última conversación con sus familiares, pudo decirle a los suyos, por teléfono celular, el número de tablilla del auto con el cual sus atacantes le embistieron, pista crucial que llevó al arresto de uno de ellos y probablemente el esclarecimiento de todo este episodio de violencia incomprensible e inesperada.
Conocemos que el joven asesinado lleva por nombre Stefano y un album fotográfico que prepararon sus compañeros del colegio muestra un ser querido por muchos, jovial, carismático, en fin, un muchacho que se destaca por sus cualidades como muchos y muchas que atesoramos en el país. La diferencia es que a Stefano le ha fallado Puerto Rico de una manera injusta e insensata.
Uno de los atacantes, que ya ha sido arrestado, fue acusado por las autoridades federales con cargos que conllevarán posible pena de muerte de ser encontrado culpable en juicio en el foro federal. Igual proceso le espera a su colaborador en este acto.
En un reciente informe de la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas se indica que, a base de las estadísticas de nuestra policía, en Puerto Rico fueron asesinadas 983 personas en el 2010, lo cual nos hace la quinta isla más peligrosa del Caribe con 26 asesinatos por cada 100,000 habitantes (el primer lugar: Jamaica, con 54 asesinatos por cada 100 mil). En "Fácil matar en América Latina", mi columna en este blog de julio de 2011, comento un poco qué nos está pasando en nuestra región con el crimen.
En el caso de este joven valiente y valioso, Stefano, quiero honrarle compartiendo una conversación que tuve esta semana con una persona muy querida para mí, en facebook, quien conoce de cerca a la tía de Stefano y, como tantos buenos y buenas puertorriqueñas, se plantea cómo construiremos un país que no le falle a más jóvenes como le hemos fallado a él. La tierra que primero colonizó Manhattan, que aquí se asocia por el buen queso y la cerveza, suecos y tulipanes y que el mundo entero reconoce por Amsterdam, Rembrandt, Vermeer y Van Gogh, KLM y Schiphol, Anna Frank y los tribunales de La Haya, conspiró para prestarnos uno de sus hijos y esta semana lo hemos perdido. Le debemos a Stefano reconocer su valía y honrarle construyendo para los suyos un espacio de paz y consuelo y una tierra que merezca que lo mejor de todo el mundo siga haciendo su hogar en Puerto Rico. Les dejo con el mensaje de mi persona cercana, seguido por mi respuesta.
Que descanse en paz, Stefano.
Postura de mi persona próxima a la familia de Stefano: