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El Sistema de Retiro en Quiebra y los Asesinatos Continúan
El nuevo año 2012 será un año de elecciones generales, un referendo sobre la composición de la Rama Legislativa y una consulta de dos preguntas sobre el estatus (“plebiscito”) y la relación política de Puerto Rico con los Estados Unidos. La agenda puertorriqueña en el 2012 se complica por dos aspectos críticos para el futuro del país. Por un lado, la insolvencia del Sistema de Retiro de los empleados del gobierno, un gran problema curiosamente poco discutido. Por otra parte, la alarmante cifra de asesinatos que culminó el 2011 con un nuevo record de 1,136 muertes violentas y ya en las primeras horas del 2012 había cobrado la vida de un oficial de la Policía quien, en cumplimiento del deber, había detenido un conductor por violaciones a las leyes de tránsito. Complicado, ya en sus albores, el 2012.
El nuevo año 2012 será un año de elecciones generales, un referendo sobre la composición de la Rama Legislativa y una consulta de dos preguntas sobre el estatus (“plebiscito”) y la relación política de Puerto Rico con los Estados Unidos. La agenda puertorriqueña en el 2012 se complica por dos aspectos críticos para el futuro del país. Por un lado, la insolvencia del Sistema de Retiro de los empleados del gobierno, un gran problema curiosamente poco discutido. Por otra parte, la alarmante cifra de asesinatos que culminó el 2011 con un nuevo record de 1,136 muertes violentas y ya en las primeras horas del 2012 había cobrado la vida de un oficial de la Policía quien, en cumplimiento del deber, había detenido un conductor por violaciones a las leyes de tránsito. Complicado, ya en sus albores, el 2012.
La insolvencia del Sistema de Retiro es un
problema de desarrollo económico, quizás el gran reto que enfrentan los
puertorriqueños ante la incapacidad evidente de forjar un modelo efectivo de
creación de empleo a tono con las realidades del Siglo 21. Igual que el Seguro Social federal, el
Sistema de Retiro de PR se nutre de las aportaciones de los empleados presentes,
por medio de deducciones de nómina, y las ganancias en los instrumentos de
inversión de los haberes del Sistema bajo la dirección de sus administradores. La muy precaria situación económica de Puerto
Rico se ha evidenciado claramente con la pérdida masiva de empleos en la empresa privada en los años desde que se perdió el incentivo contributivo federal que antes atrajo tanta inversion extranjera. La tendencia reductora de empleo en altas proporciones también llegó al gobierno, sobre todo en los despidos masivos de 30,000 empleados
públicos bajo la llamada “Ley 7” del año 2009.
Menos empleados significa menos aportaciones al Sistema, que entonces
tiene que buscar otras fuentes (¿cuáles?) para asegurarse el cumplimiento con
las pensiones que tiene que pagar hoy y que haya dinero para invertir y para el
pago de pensiones a los empleados que se retiren en el futuro. (No olvidemos, por otra parte, la llegada del "sales tax" ("IVU") , que ha reducido en al menos 7%, en el contexto de una verdadera depresión económica local, los recursos con los que cada puertorriqueño cuenta para sobrevivir en este panorama de desempleo.)
Los llamados “baby boomers” han llevado sobre sus hombros el peso de mantener el Sistema durante su vida productiva pero ya ellos están entrando en la etapa de retiro y los empleados jóvenes que quedan no son lo suficiente en número para aportar las sumas que el Sistema necesita para cumplir las pensiones, reflejo de la reducción en la tasa de natalidad y en la (no) creación de empleos. Hay quien afirma que el déficit “actuarial” del Sistema de Retiro ronda los $20 billones de dólares: con esa situación, el Sistema se quedará sin dinero; y ya está impidiendo significativamente la capacidad del gobierno para financiar la gestión pública. Como el gobierno de PR es el responsable de la liquidez del Sistema, este problema específico es un lastre muy importante que ha generado calificaciones de cuidado y advertencias sobre las herramientas que tiene el gobierno para cumplir sus pagos a los bonistas; ello, a su vez, significa mayores tasas de interés del repago de las obligaciones públicas. Un tanto ocurre con el Sistema de Seguro Social federal, uno de los principales problemas financieros en Estados Unidos a largo plazo, el cual miembros del Consejo Asesor Económico del Presidente Obama advierten bien podría llevar a que, por primera vez, en un futuro no muy lejano, el gobierno federal incumpla sus obligaciones con los bonistas.
En cuanto a la situación de falta de
seguridad en la isla, probablemente es otra señal de que la vida económica y
financiera del país no va por buen rumbo.
Se advierte que los recursos y los salarios destinados a la Policía ni
son suficientes ni atienden tanto el gran riesgo personal en que sus miembros
cumplen su deber diario ni guardan una relación racional con lo que conlleva atender
con eficacia (y reducir) la actividad criminal.
El gobierno federal ha dedicado vastos recursos a detener la droga en su
frontera con México y parece que ha tenido resultado allí pues se dice que ha
causado que mucha de esa actividad haya emigrado a la zona del Caribe. Sin embargo, tal parece que las autoridades
federales apenas comienzan a ver que lo que han logrado es convertir quizás a
PR en la nueva frontera del sur en la actividad del narcotráfico. El reto para las autoridades locales es
identificar más recursos para la seguridad pública, mejorar las condiciones de
trabajo de los Policías y vencer la aparente incapacidad, hasta ahora, de
lograr que las autoridades federales enfoquen los recursos que, según conocedores, son necesarios
para atender la situación.
Y en esta vorágine debuta el 2012.
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